miércoles, 13 de julio de 2011

Todos los desiertos son diferentes

"Desierto de Gizeh"1·Enero·2011
Desde la explanada de las pirámides de Giza, justo en su zona occidental, se puede contemplar el paso de pequeñas caravanas de camellos realizando un tour turístico ahí donde se ofrece el desierto más cercano. Se diría que es como una iniciación doméstica del encuentro con el gran desierto que es por definición Egipto.

"Desierto de Nubia desde el Nilo" 4·Enero·2011


El Oued
«Hay horas especiales,  instantes misteriosamente privilegiados en los que ciertos parajes nos revelan, por una repentina intuición, su alma, en cierto modo su propia esencia, y en los que concebimos de ellos una visión exacta, única, que no podrían completar meses de paciente estudio. Sin embargo, en esos instantes furtivos, los detalles se nos escapan obligatoriamente y no sabríamos percibir sino el conjunto de las cosas… ¿Es un estado particular de nuestro espíritu, o un aspecto especial de esos lugares, que se percibe al pasar y siempre inconscientemente?
No sé…
Así, mi primera llegada a El  Oued, hace dos años, fue para mí una revelación completa y definitiva de este país áspero y esplendoroso que es el Suf, de su belleza singular y también de su inmensa tristeza.»
"Isabelle Eberhardt. Cartas y diarios" Eglal Errera. Ed. Circe, 1988


Este fragmento de uno de los textos contenidos en la biografía de la escritora y viajera Isabel Eberhardt, siempre me fascinó. En él, Isabel describe una emoción muy similar a la que tuve durante una parte de mi viaje por la cuenca más meridional del Nilo. En ese eje de la geografía egipcia, donde se encuentran los poblados Nubios y el desierto parece aún más infinito y majestuoso contemplado desde las falucas y barcas a motor que cruzan el río -tan solo delimitado por los breves destellos que el verde siembran en sus orillas- se pierde cualquier medida del tiempo conocido. O al menos eso me sucedió antes de volver a caer en la alienación del turismo programado y en los asaltos impetuosos de los vendedores nubios tan incansables, como el resto de los egipcios, al regateo interminable con su presa humana.







1 comentario:

  1. Por fin te decidiste. Enhorabuena.
    Siempre te he insistido en que pusieras en marcha este proyecto por dos motivos: por un lado es un ejercicio de onanismo mental del que uno sale, como mínimo bastante a gusto y, por otro lado siempre pensé que tienes mucho que decir y que contar y yo no quería perdermelo.
    Un beso muy grande.

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